jueves, 12 de enero de 2017

Capítulo 3. Hasta que las lágrimas caigan, contengo la respiración.

Al día siguiente llegué lo más temprano que pude, había arreglado en casa todos los pendientes así que no tenía mucho que hacer, me dispuse a afinar mis guitarras y después de eso a practicar un poco. Uno a uno fueron llegando los demás, primero Nao, luego Saga junto con Tora y por último Shou, quien aún se veía molesto.

Les saludé normalmente pero Kohara solo me ignoró. Todos hablábamos de cosas técnicas y arreglos musicales, el día pasaba normal por así decirlo, de pronto sonó mi móvil, era Kei invitándome a almozar, acepte su invitación estando seguro que en el almuerzo le contaría todo y problema arreglado.
La hora de salir a almorzar había llegado, por lo general pedíamos algo y comíamos en la sala fuera del estudio, al tomar mi chamarra y mis cosas para salir, no faltaron los cuestionamientos…

~ ¿A dónde vas Pon? – preguntó Nao de curioso como siempre-

~ De seguro va a almorzar con su amorsh(?)- dijo en tono burlón Saga-

~Ese enano de un momento a otro nos va a cambiar por su noviecito (?) – le secundó Tora-

~No es mi novio…- les contesté algo serio-

~Aahh entonces si vas con Keisito hmm… - Nao se cruzó de brazos riendo escandalosamente –

~”Si Pon ven conmigo, deja a esos idiotas, yo si te daré amorsh”- Saga comenzó a imitar a Kei burlándose como si yo no estuviera ahí-

~ HAHAHAHAHAHA!! – Tora explotó en risa, le siguieron Nao y Saga-

“Malditos” pensé, estaba por decirles de cosas cuando Shou salió como alma que lleva el diablo azotando la puerta.

~ ¿Y a este que le pasa?- preguntó Tora aun entre risas-

~A de andar en sus “días”- dijo Saga muy seriamente ( En verdad no se como dice estupidez y media sin reírse)-

Todos soltaron a reír, la verdad me contuve pero mejor me salí antes de carcajear con aquello. Salí de la compañía y me quedé esperando a Kei en la puerta principal fumando un cigarrillo, estaba tan distraído pensando que no sentí cuando él se paró junto a mí y de pronto me quitó el cigarrillo para fumarlo él.

Kei siempre hacía eso, me decía “Te hará daño fumar, mejor lo fumo yo” y me quitaba mis cigarrillos para fumarlos él.

~ ¿Qué quieres almorzar Hiro-chan?- me preguntó sin mirarme-

~Amm…Lo que sea está bien Kei- asentí lentamente, no me importaba mucho que cosa comiéramos, solo quería decirle la verdad-

~Vamos por ramen, es lo que más cerca nos queda, muero de hambre- dijo para segundos después terminarse mi cigarrillo- Anda vamos no te quedes ahí parado- me sonrió igual que la vez anterior, sentí algo de pena que solo asentí bajando la mirada-

Caminábamos tranquilamente hablando de cosas sin importancia, para llegar a un pequeño restaurante de ramen teníamos que cruzar una avenida, Kei estaba impaciente, se ponía todo inquieto y desesperado cuando tenía hambre y no comía pronto – risas-

En el semáforo apareció la señal de peatones, la demás gente cruzaba la avenida pero yo me entretuve atando la agujeta de mi tenis, Kei había dado unos pasos y se giró al ver que yo no avanzaba junto a él, cuando me incorporé instintivamente volteé a la izquierda y vi venir una motocicleta que se acercaba pasándose las luces rojas, todo fue tan rápido que solo recuerdo haber empujado a Kei y cuando abrí los ojos ya estaba sobre él en el piso.

Levanté la cabeza y lo miré, mi respiración estaba agitada y él solo tenía sus ojos fijos en los míos.

~Kei… ¡¿Estás bien?!... ¿Kei? ¿Kei?- Le pregunté y continué llamándolo, pero no decía ni hacía nada, me incorporé sentándome en el suelo junto a él y lo tomé por los hombros moviéndolo sin dejar de llamarlo por su nombre-

Un par de minutos después parpadeó y se incorporó quedando sentado frente a mí, ya para esos momentos un tumulto considerable de gente estaba rodeándonos, preguntando qué había pasado y si debían llamar una ambulancia o a la policía. Ninguno de los dos hicimos caso, solo nos veíamos.

Alguien tocó mi hombro y volteé la mirada de la de Kei, me puse de pie y ayude al guitarrista a hacer lo mismo, le pregunté de nuevo si estaba bien a lo que solo asintió para luego decir que no le había pasado nada. La gente se dispersó al escuchar aquello, así que lo tomé del brazo y cruzamos la avenida.

~Kei ¿Seguro estas bien?, tal vez deberíamos ir al hospital- le miraba preocupado-

~No, descuida estoy bien, creo que solo fue el susto y la caída al piso- me contestó algo “ido”-

~ ¿De verdad? No sé, es mejor que un médico te revise por…- no terminé de hablar cuando me abrazó fuertemente, lo abrace igual, no sabía muy bien que hacer, me rodeó la cintura con una de sus manos y con la otra sostenía mi nuca, podía sentir su corazón palpitando sin control; estaba asustado.

No lo solté esperando a que él se sintiera seguro para terminar el abrazo, cuando por fin se separó de mí posó una de sus manos sobre mi mejilla izquierda y pegó su frente con la mía, pensé “¿Qué está haciendo?” pero me dio pena alejarme por lo que había pasado y de pronto me besó, en plena calle a la luz del día, con gente a nuestro alrededor.

Mantuve mis ojos abiertos impactado, no me moví en lo absoluto, ¿Por qué no lo quitaba de mis labios? Hasta contuve la respiración porque pude sentir lo cálido de sus labios y su respiración que se regularizaba.  Al cortar ese beso me miró a los ojos esbozando una suave sonrisa.

Gracias Hiroto, me salvaste – me dijo con un tono de voz mucho más tranquilo de lo que imaginé, me tomó de la mano y comenzó a caminar hacía el restaurante que estaba ya a unos pocos metros. Yo en verdad no sabía qué hacer, ¿Debía dejarlo que me llevara así solo en consideración por lo que había pasado? Ahora como iba  decirle que la canción no era para él.

Durante el almuerzo no dijimos mucho, de hecho él estaba tranquilo. Terminamos de comer y Kei se adelantó a pagar lo de ambos, sentí raro porque normalmente cada uno pagaba su comida, como fuera al salir volvió a tomarme de la mano, me sentí un tanto incomodo, aun así no dije nada y caminé juntó a él. Al llegar a la compañía se detuvo en la puerta y me soltó.

Me pidió mantuviéramos lo del accidente en “secreto” no quería preocupar a los demás ni nada de eso, accedí y luego entramos, como ambos estudios de Born y Alice Nine estaba en el mismo piso- para variar- subimos juntos y cuando llegamos al living estaban sus compañeros ahí, y Tora, Saga y Nao venían caminando.

~Gracias de nuevo Hiro-chan- me sonrió y asentí devolviéndole la sonrisa, Nao me estaba haciendo señas de que me apresurara-

~No tienes nada que agradecer Kei, ¿Seguro estarás bien?- pregunté por último para ya irme, pero hay Hiroto, cuando te propones estar de distraído te pasas de veras. No vi venir un nuevo abrazo de su parte seguido de un corto beso sobre mis labios.

Ryoga escupió el café que estaba bebiendo al ver aquello, Tomo, Ray y Kafumi abrieron los ojos bastante sorprendidos. Moría de la pena, como se le ocurrió hacer eso enfrente de todos y para acabarla mis compañeros también lo vieron, Nao soltó su inconfundible risa chillona que se escuchaba por todos lados y pude escuchar las expresiones de “asombro” fingido de Tora y Saga.

Salí corriendo de ahí directo a los baños, sentía que mi cara ardía, ¿Como pude dejar que eso pasara?, se suponía iba a contarle la verdad…soy un idiota un reverendo idiota! Entré a los baños y para rematar ahí estaba Shou, intenté no verlo porque cuando crucé la puerta inmediatamente posó sobre mí esa mirada “asesina”, me agache lo más que pude y me encerré en un baño.

Cerré mis ojos esperando a que se fuera, no tardó mucho en salir, cuando escuche que se abría y cerraba la puerta cubrí mis labios con mi diestra y comencé a llorar. Ni siquiera podía definir qué era lo que estaba sintiendo; frustración, miedo, tristeza, enojo…
¡¿Qué debía hacer? ¿Qué?!...


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