jueves, 12 de enero de 2017

Capítulo 4. Desde ese día, esta espalda ha perdido una de sus alas

{Kei}
Cuando recibí el mensaje de Nao-san diciéndome que Hiroto sentía algo por mí, me quedé en shock, sé que somos excelentes amigos pero que él estuviera enamorado de mí no lo creía, no fue hasta que el baterista me envió una foto de una canción que había escrito Pon…era magnifica.

La leí y también las partituras, quedé maravillado y por primera vez en mi vida, se me vino a la mente la idea de tener algo con un chico. Me parecieron tan tiernos los sentimientos que Hiro tenía hacia mí, le dije a Murai que al día siguiente iría a hablar con Pon sobre esto, quería que él mismo me explicara que significaba aquello.

No dormí en toda la noche pensando en que decirle- risas- estaba muy nervioso, demasiado, si bien ese pequeño siempre me pareció una persona muy sensual…claro visualmente por el trabajo, nunca creí que podría verlo de otra manera.
Después de esa plática que tuvimos en la azotea me sentí mejor, iba a darme una oportunidad y sobre todo iba a darle una oportunidad a él.

Al día siguiente cuando íbamos a almorzar pasó algo que me dejó atónito, Pon me había salvado, no de la muerte pero si de un accidente seguro que podría repercutir en el trabajo. Me empujó al piso para que una motocicleta no me atropellara…tenerlo tan cerca me impresionó, verlo a los ojos…esos hermosos ojos avellana, dios mi corazón palpito como loco, no podía contenerme y mucho menos reaccionar. Con su ayuda me levanté del piso y cuando hubimos cruzado la avenida, lo primero que quise hacer fue besarlo.

No me importó que fuera en plena calle, sentir esos tersos y carnosos labios calmó a mi corazón, él se quedó muy sorprendido ante mí actuar, creo que por eso no dijo nada durante el resto del almuerzo.

Al regresar le pedí que no les dijera a los demás sobre lo que había pasado, Tomo me mataría – risas- al despedirme de él en el living lo abracé y lo besé enfrente de todos, lo hice para demostrarle y demostrarles que me interesaba y que de ahora en adelante estaba a mi cuidado. Pon salió corriendo después de eso, supongo el pobre moría de pena. Luego Ryoga y los demás comenzaron con infinidad de preguntas. Les expliqué que Pon sentía algo por mí y que había decidido darle una oportunidad, que comenzaría a salir con él a ver qué pasaba. Supongo eso les bastó porque de ahí en adelante no volvieron a preguntar nada, solo dijeron que me apoyaban en lo que yo decidiera.

Sé que le había dicho a Hiroto que no seríamos pareja de inmediato, pero ahora solo quería estar con él todo el tiempo, pueden pensar que fue en agradecimiento por qué me salvó, pero no es así, al estar tan cerca de mí, pude ver dentro de sus ojos todo lo que es él, toda esa gentileza, esa creatividad y toda la esencia que define a Hiroto, creo que estoy enamorado.
{Fin Kei}
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{Show}
Aaarrggh… ¡Ese idiota! ¿Que se piensa? Debió de avisar que no almorzaría con nosotros, ahora resulta que ya hace lo que él quiera en horas de trabajo. Me molestó tanto que dijera que iba a ir a almorzar con ese tipo, en ese caso yo también podía ir a comer lo que yo quisiera sin preguntar a los demás ¿No? Salí del estudió sin decir nada, me fui lo más rápido que pude, decidí ir a comprar una soda a la tienda más cercana, cambié mi andar por un paso más lento para tratar de calmarme, así como estaba de molesto de seguro le tocaría al de la tienda también- risa sarcástica-

Compre mi soda y unos dulces, pero lo que vi cuando iba saliendo, fue la cereza en el pastel, sentí que mi sangre hervía al ver al otro lado de la calle a K besado a Hiroto, a la vista de todos, son unos reverendos estúpidos, ¿Que no piensan que las fans los pueden reconocer y tirar tantos años de trabajo a la basura por sus idioteces?
Estaba seguro que Pon lo detendría, Hiroto no es así, por dios, que esperaba para quitárselo de encima, pero no lo hizo, solo se quedó parado dejando que el otro le hiciera lo que quisiera.

~ Así que ese es el verdadero Ogata…- me dije a mi mismo entre dientes, estaba molesto a mas no poder que hasta el hambre se me había quitado, me fui a vagar por ahí en lo que pasaba la hora del almuerzo para intentar bajar el coraje que traía. Cuando ya era hora regresé y me fui directo a los baños a mojarme el rostro, me veía al espejo, aún tenía esa “Mirada del demonio” como decía Saga.

Alguien había entrado muy aprisa desconcentrándome que volteé de inmediato sin quitar esa mirada de mis ojos…Era Hiroto. Venía con el rostro rojo como un jitomate, me vio solo unos segundos y bajó la mirada, no me dijo ni una palabra y se metió a un baño, supongo se había asustado, como sea era algo que no me importaba. Lavé mis manos y me fui de ahí.

Ya en el estudio todos reían y Nao abrazaba a Saga con una enorme cara de felicidad y esas tontas risas, luego vino hacía mí y me abrazó igual, rodé los ojos porque sabía que era imposible zafarse de sus abrazos.

~ ¿Y ahora porque estás tan feliz Nao-san? ¿Ya al fin te salió ese estribillo en la batería?- dije burlonamente-

~ Oh no...hahaha aún no, estoy feliz por Ponponcito, ¿Sabes?- me dijo mientras se separaba de mí- ¡¡¡Kei lo besó frente a todos!!! – Me gritó como si fuera la noticia del año-

~Ah…Y? – me hice el indiferente yendo a mi lugar-

~Aiisshh Coneja! – Hizo una mueca algo molesto…carajo como me jodía que me dijera Coneja, solo lo miré feo y bastó para que me pidiera disculpas por llamarme así-

Después de unos 15 minutos llegó Hiroto, agachando la cabeza lo más que podía, todos, excepto yo, lo comenzaron a molestar y a bromear con el asunto, él no decía nada, solo le hecho una miradita a Nao y el batero no tardó en decirles a Saga y a Tora que se callaran que había que ensayar.

Seme izo raro que Hiroto no se hubiera quitado los lentes oscuros en todo el ensayo, quizás para evitar que lo viera o que se yo, durante un descanso recibí un mensaje de un conocido diciéndome que había una modelo a la que yo le agradaba, me mandó su foto, era muy hermosa sin duda alguna, le di mi aprobación y me pasó el número del móvil de la modelo.

Eso me había calmado, la idea de poder salir con una mujer tan bella me emocionaba, solo un poco. Al terminar el ensayo el clima parecía haberse vuelto loco, comenzó a llover, hoy mi peinado estaba perfecto no quería mojarme, así que no tuve opción y me regresé a pedirle a Hiroto que me llevara a mi departamento en su auto.

Shinji y Takashi dejaron la puerta abierta, entré sin hacer mucho ruido y me sorprendió ver a Pon sin los lentes… sus ojos estaban hinchados y rojos de tanto llorar, no se dio cuenta de mi presencia y vi como intentaba ocultarlo con algo de maquillaje, cosa que no pudo lograr, se quedó ahí sentado y alcancé a escuchar un murmuro “¿Qué voy a hacer ahora?”….

Cerré fuerte la puerta para que notara que yo estaba ahí, de inmediato se colocó las gafas de nuevo, en un tono más amable le pedí que me llevara a mi casa a lo cual accedió de inmediato.

Salimos de la compañía unos minutos después, en el camino ninguno de los dos dijo nada... Ya al llegar a mi casa antes de bajarme hice una pregunta casi obligada.

~Hiroto, ¿Todo está bien?- me volteé hacía él con una expresión amable-

~ ¿Ah?...Este…Si Kazu, todo está bien- solo me miró unos segundos y volvió su vista al frente-

~ ¿Seguro? – pregunté una vez más para cerciorarme, ese titubeo no me dejaba tranquilo-

~…- Solo asintió con la cabeza tratando de esbozar una sonrisa-

~ Esta bien… ¿Mañana puedes pasar por mí?- le pedí acomodando mi bolso para ya salir de su auto-

~ Em si claro, no te preocupes- contestó ya con una sonrisa un poco menos fingida-

Salí de su auto y entré al edificio donde vivía, así como lo vi, creo que ni él sabía bien lo que estaba pasando o en su defecto lo que estaba haciendo. Vino a mi ese sentimiento de enojo de nuevo al pensar en él y en K, pero Pon era demasiado terco cuando se encaprichaba con algo, quizás lo único que yo podía hacer era dejarlo que hiciera lo que él quisiera y cuando las cosas le salieran mal, estar ahí para ayudarlo.
{Fin Show}
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Después de dejar a Show en su casa, solo pasé por algo para cenar y fui a mi casa, la vecina ya le había dado de comer a Mogu así que solo me cambie de ropa y lo saque a pasear un rato- si lo saque al baño- Ese pequeño paseo me ayudó a relajarme y a pensar las cosas, ya con lo que había pasado creo que lo más razonable era esperar unos días a ver como seguía Kei, quizás el susto provocó que él se comportará así.

De todas formas tenía que decirle la verdad, no podía engañarlo, y tampoco podía apartar de mí a Show.
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En la siguiente semana todo estuvo, irregular, por así decirlo, Kei me esperaba en el living que estaba afuera de nuestro estudio, platicábamos unos momentos y luego íbamos cada uno a trabajar, un par de veces fui a almorzar con él los dos solos, y una vez Nao fue con nosotros.

Show ya no estaba molesto, de hecho tenía un muy buen humor. El viernes Kei me invito a cenar saliendo del trabajo, por mala o buena suerte Kohara dijo que tenía que irse temprano, así que no tuve ningún pretexto para rechazar la invitación del guitarrista. Dijo que me llevaría a un restaurante un tanto privado, que la otra vez del accidente había sido demasiado imprudente y que en ese lugar no tendríamos de qué preocuparnos…esperen, esperen. ¿Qué quiso decir con eso? ¿Intentaría besarme de nuevo?

Me dio pánico, pero ya no podía decirle que no, ya íbamos en su auto hacía dicho lugar, cuando entramos ahí, que por cierto era muy lindo, volteé a todos lados observando todo y ahí estaba. Con razón estaba de tan buen humor, ¿A quién vi? A Kohara sentado a la mesa junto a una chica muy acaramelado y con esa enorme sonrisa a todo su esplendor.

Apreté mis puños, me moría de celos!!! Pero no podía hacer nada, Kei llamó mi atención preguntándome si ese era Show y solo asentí mientras lo seguía a una mesa, me veía molesto lo sé... Y en ese momento me di cuenta de una cosa; Por más que procurará mi amistad con Kazu, jamás podría tener algo más con él, le gustaban las mujeres y como mencioné antes no pasaba más de un mes solo.

Ese era Show, además mis celos me nublaron el pensamiento y de un momento a otro ya estaba tomando de la mano a Kei sonriéndole a más no poder.

Ya no había vuelta atrás, que pasara lo que tuviera que pasar, total, no tenía nada que perder…

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