Cuando
la banda tenía 5 años, mis sentimientos por Shou habían crecido
considerablemente, era cierto que Tora y él tenían una amistad más importante
que la nuestra, por así decirlo, pero la verdad era que Shou y yo nos habíamos
convertido en grandes amigos.
Salíamos
a conciertos, íbamos juntos a comprar ropa, por un café… en fin, amaba ese
tiempo con Shou, sin embargo, a veces ese tiempo era interrumpido por llamadas
de “personas” con las cuales Shou salía. Y no es que saliera con varias
personas a la vez, pero no pasaba más de un mes solo, siempre había alguien a
su disposición.
Un
día en el estudio de grabación – donde siempre me la paso- comencé a escribir
una melodía de la nada, y la letra me llegó “mágicamente”, al final, resultó
una balada con un solo de guitarra bastante apasionado, le di por nombre solo
“K”. Por supuesto me dio mucha pena mostrar esto a los demás miembros, oculté
las partituras y la letra de la canción en mi escritorio, bueno, se supone las
oculté.
Pasados
unos meses comencé a salir con un grupo de amigos de la PSCompany; Ruki, Ryoga
y K. A este último ya lo conocía desde que íbamos en la secundaria alta,
dejamos de vernos un tiempo cuando yo me uní a A9 pero fue un placer
encontrarlo de nuevo teniendo un proyecto propio como lo era Born.
Los
cuatro nos reuníamos cada mes- de hecho aún lo hacemos- a cenar, beber un poco,
platicar, ese tipo de cosas. El día que tocaba reunirnos salí muy deprisa del
estudio que olvide cerrar con llave el último cajón, en donde había guardado
esa canción, lo recordé ya cuando estaba por llegar al restaurante, ya no quise
tomarle mucha importancia porque estaba seguro de que a nadie se le ocurriría
ir a husmear entre mis cosas.
La
noche terminó y todos regresamos a casa como de costumbre a las 3 o 4 de la
mañana, cuando nos reuníamos a veces perdíamos la noción del tiempo – risas-.
Pasó el fin de semana y el lunes que volvimos al trabajo, me encontré con los
chicos todos reunidos “esperándome”, yo siempre era el primero en llegar, así
que pensé que había pasado algo importante. Me senté en mi escritorio y noté mi
cajón abierto, un sentimiento de pánico recorrió mi cuerpo desde los pies a la
punta de mi cabello. ¿Quién abrió mi cajón? ¿Habrían encontrado la canción que
escribí para Shou?
Traté
de ocular mi nerviosismo y disimuladamente intenté buscar las partituras en
vano… de pronto Nao se acercó con una enorme sonrisa- típico de él-
abanicándose con las partituras de mi canción! Me sentí morir, todos me veían
asombrados y con una estúpida sonrisa en los labios, todos excepto Shou, su
expresión más bien era de desenfado, como si no le importara. Pensé lo peor.
Nao
se sentó sobre mi escritorio y sínicamente me dijo:
~¡Pooon…mira
lo que me encontré! – Me mostró de cerca las partituras, intenté quitárselas
pero fue en vano-
~
¿Por qué no nos dijiste que estabas escribiendo una canción tan bonita Hiroto?
– Me cuestionó Tora-
~
¿Ah?, ¿Qué canción? No es nada importante…¡Dame eso Nao!- aún trataba de
quitársela al batero-
~ No
tiene caso que se la quites al Oso Rey para ocultarla, ya la leímos- mencionó
con una sonrisa burlona el bajista-
Dejé
de forcejear con el baterista y me senté resignado esperando lo peor, que iban
a pensar ellos de mí si sabían que me gustaba un chico y peor aún que ese chico
fuera Kohara. Por una parte me sentí molesto porque habían esculcado mis cosas,
pero por otra me sentía como un acusado sentado en medio del jurado esperando
el veredicto final.
Agaché
mi cabeza lentamente sintiéndome avergonzado, enojado, con miedo, quería llorar
como niño pequeño. Nao me revolvió el cabello mientras reía muy contento.
~Ponpon,
no tienes por qué avergonzarte de esto, nosotros sabíamos que tuviste una novia
hace un tiempo y pensábamos que aún estabas triste por ella por las canciones
que escribías y por cómo te comportabas, pero no imaginamos que estuvieras
enamorado de alguien más.
Tora
se acercó a mí y puso una mano sobre mi hombro izquierdo.
~
Hiroto, si estas así porque es un chico quien te gusta y piensas que te
reprenderemos o algo así, estas muy equivocado hombre. Está bien, me molesta
que no no lo hayas dicho- dijo en tono serio que luego cambió por uno más
gentil- pero sabes que te apoyamos en todo- terminó de decir palmeándome la
espalda-
No
dije nada, me quedé con la cabeza baja pero llegó a mí un cuestionamiento:
¿Cómo demonios sabían que era un chico el que me gustaba? Si bien la canción
era muy explícita con respecto a mis sentimientos, podría interpretarse que
estaba hecha para una mujer ¿No? ¿Cómo supieron?
Estaba
por abrir la boca para preguntar discretamente como se enteraron cuando sentí
la mirada fulminante de Shou sobre mí. Sentí temor, se limitó a quedarse en su
lugar y desde ahí me cuestionó.
~Por
lo menos nos hubieras dicho de quien se trataba y no tener que descubrirlo
nosotros de esta manera ¿A caso no confías en nosotros? ¿A caso no somos amigos
los cuales se pueden contar este tipo de cosas? Me decepcionas Hiroto. –
Terminó de decir volteando la mirada-
~Ya
déjalo Shou – le recriminó Saga- Si de por sí estas cosas son difíciles de
explicar, es peor cuando se trata de un amigo ¿No? No lo regañes- volteó a
verme con una sonrisa amable- Que por
cierto “enano” no me imagine que estuvieras enamorado de Kei- me dijo
levantando ambas cejas-
Kei!!
Kei!! ¿De dónde rayos sacaron eso?, Fruncí el ceño cuando me dijo eso, pero
inmediatamente caí en cuenta… A la canción la llame “K” por Kazamasa Kohara…dos
“K”, en vez de “S” de Shou. ¡Maldita sea! No pude decirle lo contrario porque
no iba a confesar que la canción la escribí para Shou viéndolo así de enojado como estaba y
segundo porque estaba por decir palabra cuando Nao me interrumpió.
~Ay
Pon, es tan lindo que te guste Kei, puedo entenderlo porque a él lo conoces
desde antes que a nosotros, lo que no entiendo es porque no le has dicho ¿Hum?
Como sea que fuese, quiero compensarte por haber esculcado tus cosas, solo
buscaba partituras limpias- se rió tontamente con esa risa contagiosa que
tiene- Así que ya le mandé un mensaje a Kei con una foto de la letra de la
canción, dijo que ya venía para acá, que quería le explicaras que pasa- dicho
esto se bajó de mi escritorio dejando las partituras sobre este mismo y salió
del lugar sin decir nada más.
¡¡¿Que
le dijo a Kei?!! Lo único que hice fue colocar ambas manos sobre mi cabeza
apoyando mis codos sobre el escritorio, con la boca entreabierta mi mente se
había quedado en shock. ¿Que se supone iba a hacer? ¿Qué le iba a decir? ¡Que
era una confusión? A Kei le tenía mucha
confianza, si le decía que no era para él, debía decirle que era para Shou y no
sabía que pasaría. Quería morirme y más aún porque cuando todos salieron del
estudio deseándome suerte con Kei, el último en salir fue Shou el cual no
quitaba esa mirada fulminante y solo me dijo:
~Que
todo salga bien Ogata~
Ogata…solo
me llamaba así cuando estaba molesto, no precisamente molesto conmigo, pero
cuando traía su genio, me llamaba así. Escondí mi rostro entre el escritorio y
mis brazos quedándome así por quien sabe cuánto tiempo hasta que escuche pasos
de alguien sobre la alfombra. Las pisadas se detuvieron frente a mí, no quería
levantar la mirada, no quería saber quien había entrado.
Segundos
después sentí que picaban mi hombro ligeramente, levanté la cabeza muy a mi
pesar y pude ver a Kei medio inclinado viéndome con una suave sonrisa, con la
cual trataba de ocultar su nerviosismo.
~Hiro-chan,
¿Podemos hablar?- musitó apenas volviendo a una posición normal cuando me
incorporé del escritorio. Solo asentí en silencio quedándome sentado.
~No
aquí, vamos a la azotea ¿Sí? – izó una seña con la cabeza para que lo siguiera,
me levanté y salí con él rumbo al ascensor, para llegar a este, teníamos que
pasar por un living donde se podía tomar café y un refrigerio, para mi mala
suerte los chicos estaban ahí. Kei los saludó solo con una inclinación de
cabeza sin detenerse, cuando ellos estuvieron seguros de que no los veía, me
hicieron señas de aprobación y de ánimos. Me volteé y apresuré el paso hacía el
ascensor, Kei me siguió un tanto confundido, podía verlo en su rostro.
Dentro
del ascensor ninguno de los dos dijo nada, al llegar a la azotea salí aprisa
para poder tomar aire y respirar mejor. Él salió con toda calma siguiéndome,
¿Qué le iba a decir, Como iba a explicárselo? Tenía tantas dudas, pero antes de
que yo pudiera decir algo él comenzó a hablar.
~
Hiro-chan...etto…debó decirte que cuando recibí ese mensaje de parte de Nao-san
me sentí muy confundido acerca del porque le habías puesto mi nombre a una
canción – podía sentir como me observaba, no me salían las palabras para
decirle que no era su nombre, hizo una pausa y continuó- Luego me mandó una
captura de la melodía y de la letra y etto creo poder entender que sientes algo
por mí – Si algo tenía Kei era que siempre decía las cosas tal y como son, sin
rodeos y más conmigo, solo bajé la mirada sintiéndome mal y avergonzado-
~Kei,
yo…Es que, tengo que decirte…
~Shh…-
me interrumpió dando un par de pasos hacía mi- Hiroto, te conozco, se cuánto
batallaste para darle el sí a esa chica que se te declaró, etto no necesito que
me expliques, ni justifiques nada, bien puedo entenderlo con la letra de la
canción y sabes…me ha gustado mucho, la música es increíble, el solo de
guitarra, quiero que un día la toques para mí- al decir esto levante la mirada
viéndolo atónito ¿Qué estaba pasando aquí? Kei diciéndome eso, no lo creía.
~Hiro-chan
la verdad es que eres una persona agradable, muy especial etto…y nunca te había
visto de otra manera, que no fuera como amigos, hasta ahora. – Escucharlo decir
eso me dejó sin palabras, si de por si no podía decirle lo que pasaba, ahora
con esto no sabía qué demonios hacer. Lo miré a los ojos y él a mí, sonrió
tierno, como nunca antes lo había visto- No puedo decirte que siento lo mismo
por ti, pero si lo veo de esa forma, eres un chico muy atractivo. Creo que si
tú en verdad sientes esto por mí, podemos intentarlo…etto…no me refiero a ser
pareja de inmediato, si no a…este, pues salir, ver qué pasa.
Me
quedé estático, inmóvil, frio…en mi mente solo pensaba “Kei la canción no es
para ti, eres de mis mejores amigos pero no te amo!!....Idiota díselo!!” pero
las palabras no salían de mis labios, verlo sonreírme así me intrigaba y más
que me dijera que “lo intentáramos” ¿Que se supone era eso? ¿Se me estaba
declarando o que cosa pasaba? Todas estas preguntas y muchas más resonaban en
mi cabeza y no me di cuenta de que ya lo tenía cerca de mí abrazándome
cálidamente, quise reaccionar pero no me dejó.
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